© Gloria Mateo Psicóloga 2025
No me gusta mi cuerpo… nada.
Y no, la verdad es que no se trata de un simple inconformismo.
Cuando sientes un rechazo hacia tu propia imagen que te hace sufrir hasta la médula, ya no es un simple “me sobra el flotador”, “soy un poco narizota” o “vaya patorras tengo”.
Se trata de algo más complicado.
Mirarte cada dos por tres en los espejos… o al revés, no atreverte por miedo.
Ponerte ropa ancha para ocultar lo que te avergüenza.
Buscar comentarios en la gente de tu entorno que te hagan sentir válido.
En psicología todo esto tiene un nombre: Trastorno dismórfico corporal.
Es un tipo de TOC.
Y Sí, también tiene solución.
Si te estás identificando ahora mismo, necesito que sepas esto lo primero, y no por darte ilusiones para que sigas leyendo.
Porque es verdad. De esto se sale.
Solo quiero que sepas que alguien como tú, que vivió lo que tú estás viviendo ahora, está aquí escribiendo estas palabras.
Lo mismo piensas: “Es increíble, parece que Gloria se ha comido todos los marrones con los que ahora trabaja”
Pues sí, y eso son buenas noticias para ti. Porque es una de las causas por las que sé cómo tratar a las personas en mi consulta de una manera especial.
Quizás como deseé que me trataran en aquel momento de mi vida…
Era adolescente,
Ese paso que parece anticipar la edad adulta me estaba costando… uff, me estaba costando no sé si la vida, pero lágrimas, muchas.
No unas cuantas.
Muchas.
Odio, repulsión, rechazo y cualquier otra palabreja de esas feas que no nos gustan escuchar. Eso es lo que sentía hacia mi cuerpo y hacia mí misma.
Entre ese momento, y el amor hacia mí misma, hubo un proceso.
Gracias a ese proceso comencé mis estudios de psicología.
Y gracias a ese comienzo, hoy estoy aquí.
Ofreciendo la solución que buscas a través de mi consulta online.
Te enseño la historia de Eva de 23 años, que ha querido compartir su experiencia de superación…
“ Llevaba desde hacía 4 años obsesionada con mi cuerpo, al principio empecé con dietas, luego añadí el ejercicio y cada vez restringía más lo que comía y pasaba más horas en el gimnasio. Mis pensamientos sólo giraban en torno a qué comer, cuándo comer y cuánto ejercicio hacer para quemar lo que he comido. Me miraba continuamente al espejo y siempre me veía fea y gorda. Mis amigas y familia me decían que era preciosa, pero yo no les creía. Veía a todas las chicas divinas, a mis amigas super preciosas, pero yo me sentía basura. No era feliz, evitaba estar con chicos por miedo a que vieran mis chichas (cosa que no tenía), decía que no a fiestas porque me había visto barriga y tenía miedo de que alguien se fijara en ella y me rechazara. Me sentía observada por la gente, creía que me miraban porque estaba gorda y sentían rechazo por mí. Recuerdo llorar mucho encerrada en mi habitación. Quería tener pareja, gustar a los chicos, salir de fiesta, dejar de ser tan extremadamente responsable con todo. Me sentía atrapada.
Ahora he salido con varios chicos, sé ser responsable con mis estudios, pero también disfrutar con otros planes. Si como algo menos sano no me siento culpable ni pienso en cómo quemarlo. Me gusto, me quiero, disfruto de mi día a día, disfruto de la compañía de los demás. Me siento libre.
Con Gloria, empecé a sentirme mucho más segura. Salió esa faceta mía que creía olvidada de la indiferencia. De dejar de obsesionarme por ciertas cosas e intentar vivir no buscando la felicidad como la meta más preciada y valiosa de mi vida, sino encontrar la calma mental, esa sensación que ahora tengo de tener herramientas para sobrellevar tus crisis, ese sentimiento que te humaniza, que te hace no despreciar tus emociones e intentar conocerte a ti misma mejor, incluso en los momentos más tristes.
Sinceramente la forma de terapia de Gloria me fascinó, ella explica el porqué de tus problemas desde la perspectiva de la neuropsicología clínica. Explicándote por qué tu cerebro se comporta de ese modo y como entendiendo eso podemos ser más conscientes de nosotros mismos y no alienar nuestros problemas.”
Una nueva vida es posible
Lo segundo viene solo, cuando nos pongamos con lo primero. Y para eso, yo te puedo ayudar.
Ahora, si quieres que encendamos un poco más la luz para que comiences a ver las cosas de otra manera, puedes comenzar por descargar este ebook gratuito donde vas a descubrir claves de esas que abren puertas de doble cerradura.
Vas a leer algo que si pones más que los ojos, puede hacer que hoy sea el día de cambio mental más grande que recuerdes en mucho tiempo.
Claro, que si quieres contactar conmigo directamente también puedes hacerlo aquí.
Vale, Gloria, envíame que voy.
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