¿En qué se parecen y un psicólogo un profesor de matemáticas?

Los psicólogos somos un poco como los profes de matemáticas.

Te explico la razón:

El otro día, al terminar una sesión con una chica, me dijo:

“Gloria, te tengo que confesar una cosa. Me estás ayudando muchísimo. No te lo digo por decir ni para quedar bien contigo, te lo digo porque es la verdad.

Ya había estado antes en dos psicólogos uno de la seguridad social y otro privado y nunca sentí que me sirviera para nada, pero ahora todo es diferente.

No sé por qué es, pero en poco tiempo he cambiado muchísimo, la tranquilidad que tengo, el cómo no me afectan tanto las cosas, el cómo me siento y me hablo yo… es un cambio muy importante.”

Y yo le contesté: Mira, esto en ocasiones es como lo que pasa con los profesores de matemáticas.

Las matemáticas son las mismas para todo el mundo, pero…

… dependiendo del profesor que te toque ese año, o las adoras o las odias. O las entiendes o sabes que vas directo a recuperación.

Pues con la psicología es lo mismo.

Las técnicas son las mismas para tratar un mismo problema, pero el psicólogo es distinto.

¿Influye el psicólogo?
Mucho.
Igual que un profe de matemáticas.

El psicólogo tiene que entender bien tu problema, empatizar contigo, saber explicarte qué te pasa y por qué.

Tiene que ser capaz de darte las herramientas para que empieces tu transformación, tu cambio.

Tu liberación.

Si esto no lo sabe hacer bien, da igual que esté usando la técnica más maravillosa del mundo o que tenga cien mil títulos, porque nada en ti va a cambiar.

La psicología es ciencia, sí, y yo defiendo la ciencia a tope, pero la psicología también trata con personas y tenemos que saber escuchar y ser humanos.
Y saber ayudar adaptándonos a la persona que tenemos delante.

Lo importante es saber señalar correctamente el camino del cambio.

Tuve un paciente que me dijo: “He tenido malas experiencias con carniceros, médicos, dentistas… y no he dejado de acudir a otros profesionales”.

Pues lo mismo pasa con el psicólogo.

Por ello te animo a que, si tuviste una mala experiencia, no te ancles en ella y sigas adelante porque puedes cambiar y mucho.

Si quieres que yo te acompañe en tu cambio, estaré encantada.

Solo tienes que reservar una sesión gratuita conmigo aquí  y vemos cómo te puedo ayudar.

O también puedes contestarme a este email y me cuentas tu caso